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martes, 12 de abril de 2011

Gente que abre puertas

Como mucha otra gente, estoy rodeada de otra gente que se pasa el día intentando abrir puertas que creen que nos llevan a un mundo mejor.
Gente que se esfuerza cada día en hacer las cosas como cree que las tiene que hacer, como creen que es posible hacerlo, de un modo más sensato, más generoso, más transparente. Y que sabe que no todos es cuestión de dinero.
Es gente que cree que puede provocar cambios para mejor vivir, que la transformación no es sólo necesaria, sino también posible. Y que no se desanima porque otros no lo crean.
Son personas que saben que el cambio comienza por uno mismo y que si no se pelea por lo que se quiere, si no se insiste, si no se lucha, ganarán los defensores del insostenible status quo.
Son gente que sabe que sólo se pueden hacer cosas que merezcan la pena con otra gente.
No son gente famosa, ni líderes de grandes movimientos, pero cada uno de ellos tira lo que puede en su propio campo (pequeños y no tan pequeños, desde el activismo social,  la investigación, la empresa, el deporte, el mundo interior... o todo a la vez).
No son angelitos, algunos son soberbios, otros cabezotas, o intransigentes (especialmente con los inmovilistas), todos obstinados y muchas veces se equivocan, como nos equivocamos todos. Pero ahí están, tratando de abrir puertas, arreglando cerraduras, empujándolas cuando están atascadas, tirando con todas sus fuerzas, aunque algunas veces el único problema es que son correderas, o que sólo se abren con códigos o tarjetas especiales.
A esta gente le vendría bien un poco de ayuda y que quienes gobiernan se pusieran, aunque sólo fuera de vez en cuando, a su altura.

1 comentario:

  1. Existe mucha gente así, yo desde luego conozco a algunas. Y son un motivo más para la esperanza, y un acicate para seguir tirando pa'lante.

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